domingo, 20 de junio de 2010

A la jardinera.

Mi abuela era una con la madre naturaleza, podría decirse que una sucursal de ésta en la tierra. Ella coleccionaba semillas, bueno, mas que coleccionar, las cuidaba, las guardaba, hasta podría decirse que las amaba. Por todos lados podías encontrar semillitas o semillotas de todos tipos y colores. Lo mas curioso es que siempre que plantaba algo, tenía resultados. En una maceta poco profunda logro cosechar elotes. A ella siempre le gustaron las plantas de chile, y eran su fruto favorito. Recuerdo una vez en que una tia le regaló una planta casi muerta: los famosos "aretes". En menos de lo que pensaba la planta ya había florecido, y renacido. Extraño a mi abuela, ella era muy sabia y siempre tenía una solución. Mi recuerdo favorito es que me enseñó a hacer empanadas de flor de calabaza y ella siempre me decia: no comer hasta que esté listo!. Aunque yo siempre probé un poco de aqui y un poco de allá de los ingredientes antes de presentar el plato a la mesa. ¿Podrá ser, acaso, que su don sea hereditario? Hoy cortando un limón se me ocurrió la idea de probar. Digo, mantener una planta viva para mi es toda una odisea, pero... hacer crecer una es algo totalmente distinto. Así que como pequeño experimento, cuidare y guardaré esas semillas hasta que sienta que es tiempo de plantarlas y entonces, el mismo tiempo me dirá si tengo el don o si estoy destinada a matar a aquellos seres vivos verdes. Wish me good luck, Grandma!

No hay comentarios:

Publicar un comentario