domingo, 7 de febrero de 2010

chika DIY

Ser chica diy es cosa sencilla y complicada a la vez. Por un lado puedo explotar mi creatividad e imaginación y convertir la basura en cosas utilizables, y por el otro, algunos de los materiales no son exactamente regalados. Pero es un asunto muy satisfactorio, y cuando me llegan ideas a la cabeza, tengo que materializarlas. Ultimamente he estado en una racha de flojera, no se si por las vacaciones o por la falta de inspiración pero a fin de cuentas mi creatividad se ha resumido al triste estereotipo de, valga la redundancia, un tipo que ni para bien ni para mal puedo materializar. Espero que tenga alguna idea pronto, porque esto de darse a la flojera a la larga es muy aburrido.

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